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Hace un año mató a su esposo; la familia de la víctima espera Justicia y la tenencia de su nieto

Hace un año la localidad de San Agustín, a 40 kilómetros de Río Tercero, se veía conmocionada por un violento hecho de sangre: un joven de 24 años había sido asesinado en el interior de su casa. Había recibido varias puñaladas por la espalda y su esposa estaba ensangrentada.


Todo sucedió pasado el mediodía del 27 de diciembre de 2023, el mismo día que el hijo que tenían en común cumplía seis meses.
Dos meses después del hecho que no registraba antecedentes en San Agustín, para el fiscal de los tribunales de Río Tercero, Alejandro Carballo, el caso estaba prácticamente cerrado.


Los resultados de la autopsia que recibió eran categóricos: María Belén Barreto, quien entonces tenía 29 años, había asesinado de ocho puñaladas a su marido, Alexis Marín, quien tenía 24 años.
“La mujer actuó con mucha fuerza para apuñalar por la espalda y que el filo de la cuchilla llegue al corazón de la víctima. Esa herida fue letal, la que definitivamente le ocasionó al joven la muerte”, explicó Carballo en marzo pasado a este Diario.


Ambos convivían desde hacía unos años en una vivienda que alquilaban. La mujer había llegado de Entre Ríos, no se sabe en qué circunstancias, con tres niñas menores, que actualmente tienen 13, 10 y 5 años. Pocos años después, tuvieron un hijo, Bairon, quien actualmente tiene un año y seis meses.
Cuando Marín se juntó con Barreto, su familia dejó de tener novedades suyas. Su casa fue tapada con telas media sombra, cerrada con candados y ya casi nadie los veía. Vivían de la Asignación Universal por Hijo que la mujer cobraba por sus hijas. Cuando el dinero ya no alcanzó para pagar el alquiler, Alexis salió a trabajar.


«Era pocero, hacía distintos trabajos», contó su mamá, Alejandra Pereyra, a Diario Río Tercero.
Desde que inició la relación con esa mujer, Alexis ya no se comunicaba con nadie de su entorno. Su esposa le había quitado el teléfono. Cuando él salía a trabajar, le dejaba el número de teléfono de algún compañero para que ella pudiera llamarlo.


«Alexis dejó de tener contacto con nosotros, ella se lo impedía», contó su mamá. A su nieto lo vio en muy pocas oportunidades, cuando la pareja iba a su casa, no a visitarlos, sino a buscar alguna herramienta que su hijo necesitara. La mujer lo acompañaba, lo esperaba en la vereda y controlaba que no demorara.
Una vez, el hermano mayor de Alexis fue a visitarlo y Barreto no lo dejó entrar, pese a la fuerte insistencia del hombre.
«Nosotros queremos la tenencia de nuestro nieto Bairon, si ella no lo cuidaba. Cuando había que cambiarle los pañales o darle la leche, lo llamaba a Alexis», contó la madre del joven asesinado.
«No mandaba a las hijas a la escuela. Las maestras la llamaban para que las llevara. Y si iban, era porque las llevaba mi hijo. Tampoco les lavaba la ropa. Mi hijo se lavaba su ropa y a escondidas la de las nenas, porque ella decía que cada uno debía lavarse su ropa», contó con tristeza la mujer.
«Nosotros queremos que ella esté presa hasta que se la juzgue y que nos den la tenencia de Bairon. Pero en la Justicia no nos escuchan», reclamó.
La familia de Alexis tiene un abogado de oficio, Alfredo Brouwer de Koning, de los Tribunales de Río Tercero.
Alejandra Pereyra dice que quien mató a su hijo está con prisión domiciliaria en la provincia de Entre Ríos, de donde es oriunda. «Ella se agarró de que es madre, de que es lactante, para pedir la prisión domiciliaria, pero nunca cuidó a sus hijas ni a Bairon. Bairon no toma el pecho y a la leche en mamadera se la daba mi hijo», relató.
«Sabemos que sus tres hijas están con los abuelos paternos, pero ella tiene a Bairon y nosotros no sabemos nada de nuestro nieto, que es lo único que dejó mi hijo».
Sobre por qué ocurrió este triste hecho, la mujer contó: «Alexis un día vino a nuestra casa y lo vimos muy triste. Le preguntamos qué le pasaba y dijo que estaba muy cansado, que ya no daba más».
La mujer cree que su hijo le dijo a su esposa que iba a dejarla y que eso desencadenó el asesinato.
El fiscal Carballo intuye lo mismo: “Aparentemente el marido le dijo a su mujer que la iba a dejar. Esa manifestación produjo una fuerte discusión entre ambos y la imputada reaccionó aplicándole varias puñaladas”, relató a este Diario en marzo.
De la mujer se investigan también sus antecedentes, ya que habría protagonizado hechos de violencia con anteriores parejas que tuvo.

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