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Elecciones Paso 2021

RODOLFO LEMOS ANGULO

OPINIÓN – POR RODOLFO LEMOS ANGULO

Discrepo con los que piensan que las Paso 2021 son “el fin del populismo” o más aún “el fin del peronismo”. El mal de la Argentina está en la volatilidad de un grupo de sus votantes. Hoy votan A, mañana votan B.
Es falso que la grieta separa dos Argentinas. Son tres. Dos sanas, y una enferma. La que está enferma, es la Argentina voluble, cambiante, veleta. SIGUE ABAJO

A) Argentina primer grupo: Liberales, reivindican el desarrollo logrado por la Argentina hacia la fecha del primer centenario (1916) y las políticas de respeto a la libertad, y a la propiedad privada. Preferirán el modelo chileno de jubilaciones privadas, antes que el sistema jubilatorio solidario de reparto. O YPF, Aerolíneas, trenes y teléfonos privados. En política exterior, prefieren una relación intensa con el capitalismo mundial (antes Gran Bretaña, hoy U.S.A. o Europa). Aplaudieron al Menem liberal. Votaron a Macri y lamentaron su tibieza y populismo. Si están muy enojados, votan a Milei. SIGUE ABAJO

B) Argentina segundo grupo: Votan a marxistas o socialistas o al peronismo de izquierda. Consideran que las libertades individuales no valen la pena (son una ingenuidad) sin justicia social y oportunidades para los más vulnerables. Reivindican las estatizaciones y el combate al capital del primer peronismo de 1946, votaron a Menem en 1989 y luego de su traición neoliberal, se alejaron, simpatizando con los movimientos inorgánicos de resistencia popular como Cutralcó y los primeros piquetes y cortes de ruta, en medio de un movimiento obrero desmantelado. Apoyaron a Chacho Alvarez y al sector de izquierda de la Alianza de De la Rúa. Reivindican el castigo en juicios por la verdad histórica a monstruos represores de los setenta, pero coquetean livianamente con otros monstruos (de signo contrario) como Firmenich. Rodean a Néstor en 2003 y luego a Cristina, mirando más el discurso presente que el pasado neoliberal de Néstor y Cristina. Siempre preferirán una jubilación estatal de reparto, una YPF estatal y pocos trenes, pero estatales. Si están muy enojados, votarán las versiones más extremas y minoritarias de la izquierda. SIGUE ABAJO

C) Argentina 3: Es el grupo voluble, que a mi juicio, nos está enfermando. Es el grupo que apoyó a Perón en 1946, pero luego se asustó con sus excesos, y apoyó el golpe de Lonardi. Pero votó de nuevo a Perón en 1973, lo lloró en 1974, simpatizó con los “jóvenes que luchan con lo injusto”, sean Montoneros o Tupamaros, y luego se asustó del caos y apoyó el golpe de Videla. Luego se entusiasmó y llenó la plaza vivando a Galtieri (verdadero “brote” de demencia de todo un país) y luego se horrorizó y dijo que ir a esa guerra era una barbaridad, abandonando a su suerte a los ex combatientes. Se asustó cuando se enteró de los relatos espantosos de La Perla y apoyó a Alfonsín. Apoyó luego al Menem peronista contra Angeloz (privatizador), aunque luego se entusiasmó con los televisores importados y las 12 cuotas fijas del neoliberalismo, los autos importados y los celulares. A pesar del hambre, votó a favor de seguir la convertibilidad 1 a 1 con De la Rúa. Cuando la miseria era intolerable, con cacerolazos voltea al gobierno democrático en diciembre de 2001. Apoya el retorno al “compre nacional”, la industria nacional recuperada y el empleo que vuelve. Ahora aplaude la estatización de todo. Muerto Néstor y asustado ante el autoritarismo de Cristina y la muerte del fiscal Alberto Nisman, en 2015 vota por la libertad y aplaude la llegada del mundo (con Trump), a la Argentina de los “ojos azules”. Ante el endeudamiento demencial de Macri, apoya la versión moderada de los K, con Alberto a la cabeza (“volvemos mejores”), en una negación fenomenal de lo obvio: la jefa era Cristina. Ahora, sintiéndose que se le “abrieron los ojos”, vuelve a votar al Pro, para “terminar con el populismo”. SIGUE ABAJO

Mi pronóstico: posiblemente este grupo voluble siga voluble y mañana sostenga lo contrario de lo que hoy sostiene. Los argentinos del grupo 1 y 2 son coherentes con sus ideas. Como estudian, son menos influenciables ante el marketing político. En la medida en que el grupo 3 de los argentinos volubles siga creciendo en número, con su poca lectura, su indiferencia política, sin convicciones sobre cuál es la función del estado, autollamados “independientes”, con la soberbia propia del ignorante que encima te jura que “la tiene clara”, pasto de las llamas del marketing político, estamos en dificultades. Porque ningún proyecto de desarrollo sanador (ni liberal ni socialista) podrán afianzarse el tiempo necesario y dar sus frutos. Y debo decirlo: sigue latente el riesgo de la aparición de otro Galtieri, que haga arder el corazón de este votante de emociones fuertes pero sin cerebro ni memoria, y de nuevo nos arrojen a todos a un barranco. ¿Y la solución? Educar al soberano, educar al soberano, repetía Sarmiento.


Rodolfo Lemos Angulo

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