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Vacunaron a Onorina, la riotercerense más longeva de la provincia, que volvió a su casa y se puso a limpiar

Fte: Córdoba Interior Informa
El de hoy no fue un día más para Onorina Apratto de Tagliaferro, la mujer más longeva de Córdoba. Es que después de varias semanas de espera, finalmente hoy miércoles fue vacunada contra el Covid-19.
Sergio Tagliaferro pasó a buscar a las 10.30 a su abuela de 107 años por la casa donde vive sola y luego la trasladó en una camioneta hasta el Club 9 de Julio, donde el personal de Salud de la Municipalidad de Río Tercero le aplicó la primera dosis de la Sputnik V. SIGUE ABAJO

“Ella estaba muy feliz. Se vistió como si fuera a una fiesta. Es que por la pandemia no sale de su casa. La cuidamos mucho. Parecía una mujer de 80 o 90 años de la alegría que tenía. Recibió la vacuna sin problemas y agradeció a las enfermeras. Luego volvió a su casa y se puso a limpiar el piso. No lo podía creer”, explicó a este diario digital Sergio Tagliaferro.
Onorina nació el 7 de julio de 1913 en la comuna italiana de Chuzano, provincia de Asti. Es decir que en sólo 41 días estará festejando los 108 años. SIGUE ABAJO

Onorina se radicó a los 20 años en Río Tercero junto con su esposo José Tagliaferro (ya murió). Fueron padres de Humberto (ya fallecido) y Elsa.
Sus dos hijos le dieron a Onorina cuatro nietos (Sergio, Jorge, Federico y Leopoldo) y 11 bisnietos.
Onorina vive sola en un departamento, se moviliza por sus propios medios, cocina y hace los quehaceres propios del hogar, aunque diariamente recibe la visita de su hija y nietos que viven a pocos metros y la cuidan en forma permanente. SIGUE ABAJO

Según reconoce su nieto Sergio Tagliaferro, la abuela más longeva de Córdoba solo tiene un pequeño problema de sordera, muy común en personas centenarias. Sin embargo entiende todo y posee una memoria prodigiosa. Come asados y a veces eso le genera algunos dolores en los divertículos, pero nada serio. SIGUE ABAJO

Onorina siempre fue ama de casa, crió allí con mucho amor a sus hijos y nietos y recibe siempre con mucho afecto las visitas de sus bisnietos, esperanzada en que alguno la haga tatarabuela.
Su sueño es llegar a los 110 años para ingresar al Registro Mundial de Personas “Súper Centenarias”, tal como supo lograrlo hace seis años la también cordobesa Virginia Moyano.

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