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Una familia cordobesa necesitó en septiembre $1.176.159 para no caer en la pobreza

La inflación en el mes de septiembre en Córdoba registró un 3,7% de aumento, la cifra más baja de los últimos 32 meses, según el informe del Centro de Almaceneros de la provincia.


Este valor marcó una desaceleración de medio punto porcentual respecto al mes anterior. La última vez que se alcanzó un nivel similar fue en enero de 2022, cuando la inflación fue del mismo porcentaje.


A pesar de esta leve mejora, la inflación interanual alcanzó el 250%, mientras que la inflación acumulada del año 2024 ya se situó en 111%. Se proyecta que el año finalizará con una inflación del 137%.


INFLACIÓN DEL CENTRO DE ALMACENEROS
En cuanto a la canasta básica total, que marca la línea de pobreza para una familia conformada por dos adultos y dos niños, ascendió a $1.176.159, mientras que la canasta básica alimentaria, que determina la línea de indigencia para esa misma familia alcanzó los $633.021, con un aumento del 1,9% en el mes, el más bajo desde septiembre de 2021.


EL 58% DE LOS HOGARES NO ACCEDIÓ A LA CANASTA BÁSICA
El informe también reveló preocupantes datos sociales. Según una encuesta realizada a 2.500 jefas y jefes de hogar en la provincia, el 58,1% de los hogares no pudo acceder a la totalidad de los alimentos de la canasta básica alimentaria. De aquellos que sí lo lograron, solo el 25,2% lo hizo con recursos propios, mientras que el 74,8% dependió de ayuda estatal, como la Asignación Universal por Hijo o la Tarjeta Alimentar.


INFLACIÓN Y EL FIADO EN LAS COMPRAS
Además, el 10,9% de las familias encuestadas indicó que algún integrante del hogar solo comió una vez al día o incluso no comió durante todo un día por falta de recursos. El 30,1% de las familias informó que algunos de sus miembros sintieron hambre pero no ingirieron alimentos, y el 19,4% señaló que, en algún momento de septiembre, se quedaron sin comida.


EL HAMBRE Y LA POBREZA, EN AUMENTO
El 17,1% de las familias admitió haber tenido que realizar acciones desesperadas, como pedir dinero o alimentos para poder alimentarse. Por otro lado, el 49,2% de los hogares expresó que algún miembro dejó de realizar una de las comidas diarias habituales, como desayunar, almorzar o cenar debido a la falta de recursos.
La crisis económica también afectó el comercio de proximidad, con una caída del 25,2% en las ventas de alimentos en comparación con el mismo periodo del año anterior, a pesar de mantener la misma cantidad de clientes.

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