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Hace 10 años el fiscal Alejandro Carballo sufría un atentado que casi le cuesta la vida a toda su familia

Se cumplen hoy 10 años del siniestro vial que casi le cuesta la vida al fiscal de Río Tercero Alejandro Carballo y a toda su familia, un hecho que tuvo repercusión en toda la provincia por las extrañas circunstancias en las que se produjo el hecho. SIGUE ABAJO


Aún no existía la autovía 36 cuando el fiscal viajaba a Córdoba con su familia a visitar a sus suegros. A la altura de Despeñaderos Carballo perdió el control de su camioneta, impactó contra una parte de un camión que venía de frente y su vehículo terminó volcando en la banquina. De milagro ninguno de los cuatro ocupantes sufrió lesiones de gravedad. SIGUE ABAJO


La causa del impacto eran inexplicables. La camioneta era nueva, era un vehículo seguro y de repente Carballo se quedó sin el control en su volante.
El propio fiscal ordenó un pericia porque sospechó de alguna intencionalidad. Cuando tuvo los resultados, presentó una denuncia ante la fiscalía de Alta Gracia, a cargo de Alejandro Peralta Otonello, por ser de su jurisdicción el lugar donde se produjo el siniestro. SIGUE ABAJO


Luego de varias pericias se determinó que el hecho fue intencional ya que piezas de una de las ruedas o de la dirección del rodado habían sido sacadas y otras aflojadas.
A diez años de ese hecho sucedido el 8 de diciembre de 2013, la Justicia sostiene que se trató de un atentado, aunque todavía no pudo ser esclarecido. SIGUE ABAJO


Sobre los posibles autores del atentado el fiscal Otonello manifestó en su oportunidad: “Pudo ser personal policial en directa vinculación con la labor que ejerce el fiscal, ya sea por recibir órdenes en cumplimiento de las tareas que se le encomienda o por una imputación o represalia que hayan querido tomar por el accionar de Carballo. Tenemos -agregó- la convicción de que ese atentado está relacionado directamente con la actividad funcional del fiscal”, expresó. SIGUE ABAJO


Una pieza de la dirección de la camioneta de Carballo habría sido aflojada cuando el rodado se encontraba en el lugar que tienen los funcionarios judiciales para dejar sus vehículos estacionados en el espacio físico del edificio de los Tribunales de esta ciudad.
Según pudo constar Diario Río Tercero, en la tarde-noche del día anterior al hecho, el fiscal Carballo decidió dejar su vehículo en la sede de los Tribunales ya que el pronóstico del tiempo alertaba sobre fuertes tormentas y no tenía resguardo en su vivienda. Habría sido en esa ocasión que al menos dos efectivos policiales de la Unidad Regional Departamental Tercero Arriba, de guardia en el lugar, sacaron tres de los cuatro bulones de una de las cubiertas y dejaron flojo el restante.
El principal sospechoso del atentado habría estado investigado e imputado por el fiscal Caballo por supuestos malos tratos y lesiones a jóvenes en el interior y la salida de boliches de esta ciudad. Ese policía, por problemas de salud, murió en los últimos años.

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