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En 1894 nacía el Robin Hood de las Pampas, Juan Bautista Vairoletto

El 11 de noviembre de 1894 nacía en Colonia Algarrobo, actual Carlos Pellegrini, Santa Fe, Juan Bautista Vairoletto, apodado de diversas formas, como Robin Hood de las Pampas, padre de los humildes o gaucho de los desamparados, por robar a los ricos para ayudar a los pobres.


Murió el 14 de septiembre de 1941. En las fuentes judiciales es citado como Vairoleto y a veces como Bairoletto.
Segundo hijo de seis hermanos de padres italianos, Vittorio Vairoleto y Teresa Mondino, nació el 11 de noviembre de 1894 en una chacra del paraje Colonia Los Algarrobos, en cercanías de la actual localidad de Carlos Pellegrini, provincia de Santa Fe.


Ayudaron en el parto una vecina de chacra que estaba muy cerca y otra mujer. Dos meses más tarde, el 14 de enero de 1895, el capellán de la colonia San Jorge, padre José Ponta, bautizó al niño Juan Bautista y fueron sus padrinos Francisco Vairoleto y Margarita Mondino.


Ya siendo adulto, Vairoleto escapó de la justicia luego de matar al comisario de la ciudad de Eduardo Castex, provincia de La Pampa, llamado Elías Farach, en una disputa amorosa por una prostituta del lugar. Su frondoso prontuario acumuló presuntos robos, hurtos, reparto de propaganda anarquista, asaltos y muertes. Pero ello no hizo mella en la admiración popular, que lejos de decaer se fue incrementando con cada nuevo crimen y nuevo escape.


Este bandido ha sido conocido por robar a gente adinerada para dar a los pobres, quizá la razón por la cual se ganará su apodo de «Robin Hood argentino» o el «Robin Hood criollo», siendo un mito luego de su muerte.


Su ubicación fue provista a la policía por su amigo y compañero Vicente «Ñato» Gascón, por una recompensa que las fuerzas de la ley habían ofrecido a quien diera información. Éste había sido detenido en Caleufú, La Pampa, por delitos de cuatrerismo y, supuestamente, la policía le propone mejorar su suerte si delata el lugar donde se escondía Bairoletto o Vairoletto.


El traidor accede al ofrecimiento y, seguido por una partida policial, se traslada a caballo hasta Colonia San Pedro de Atuel, en Mendoza, y llega al rancho donde se refugiaba el forajido de las Pampas. El delator le pide ayuda a Vairoletto para seguir su camino, argumentando que es perseguido por la policía pampeana y mendocina.
Según cuenta la historia, la policía lo sorprendió durmiendo en su propia cama y el tiroteo comenzó a las 5 de la mañana. El cuerpo de Juan Bautista Bairoletto quedó en el interior del rancho luego de intercambiar una profusa balacera.
Años más tarde, su esposa afirmó que se suicidó de un disparo en la cabeza, antes de ser atrapado por la policía pampeana que rodeaba su casa, para evitar el deshonor de ser capturado.

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