Quejas de vecinos porque chicos orinan, vomitan y estallan botellas en sus veredas los fines de semana

Un grupo de vecinos de la ciudad hizo conocer un padecimiento que vienen soportando desde hace más de un año, durante los fines de semana.

Soportan, cuando se organizan fiestas en un salón vecino, no poder dormir por la música alta, por los gritos de los jóvenes y adolescentes y porque algunas veces saltan de su cama cuando estalla alguna botella que los chicos arrojan al aire para que reviente contra el pavimento.

«Si ustedes publicaron lo que sufren los vecinos de Plaza Esperanza en Villa Zoila, por qué no publican también lo que tenemos que vivir nosotros, que es exactamente lo mismo», solicitaron vecinos de un sector de barrio Media Luna.

«Nosotros padecemos lo mismo que en Villa Zoila. Los chicos orinan en nuestras veredas, las vomitan y gritan toda la noche», relataron.

El problema lo sufren vecinos de los alrededores de Av. San Agustín al 700, donde los jóvenes alquilan un salón para hacer fiestas que denominan «privadas».

«Durante la noche no se puede dormir por el descontrol, y cuando nos levantamos encontramos todo sucio», se quejaron.

«Hubo fines de semana un poco más aliviados porque Defensa Civil y la policía ajustaron los controles, pero este fin de semana todo fue un lío nuevamente», relataron.
«A través de la comisión vecinal hemos presentado varias notas a la Municipalidad denunciando esto, pero no tenemos respuestas», comentaron.

Los vecinos cuentan que las denominadas previas se hacen en los alrededores de sus casas. «Llegan los chicos con las botellas de vodka, de gaseosa y de hielo y arman sus tragos, en la calle, en el cantero central (de la avenida) o en las veredas», describieron.
«Una noche llamamos a la policía por el lío que había y nos dijeron que no podían hacer nada, que el Código de Convivencia les impedía prohibirle que tomaran bebidas alcohólicas en la vía pública», contaron.
«Queremos leer ese Código para ver si es así», se preguntaron.
«Nos han contado que la Municipalidad habilita el alquiler del salón para fiestas privadas, pero se terminan convirtiendo en un boliche con un gran descontrol», dijeron los vecinos.