Negación
POR RODOLFO LEMOS ANGULO

La negación de la realidad a veces tiene relación con un gran dolor. Ese dolor es tan grande para quien mira, que en algún punto se convence de que lo que allí está, no está. Opta por elegir y reafirmar la descripción del mundo que su cosmovisión o ideología le transmite, negando los datos en contrario. SIGUE ABAJO


Perón repetía una frase (tomada de Aristóteles), para criticar el proceso psicológico de negación: “la única verdad es la realidad”.
Si la negación continúa creciendo, llegamos a la invención de una realidad paralela, el delirio, la confusión en tiempo y espacio, y quizás la invención de ataques exteriores que no están allí (paranoia). SIGUE ABAJO

En lo personal, creo que una parte de Argentina desde hace décadas decidió interpretar que casi todo el mundo conspira para frenar nuestro desarrollo, lo que explica nuestra decadencia. Una guerra que nunca termina, del pueblo auténtico contra una poderosa oligarquía local, apoyada por aliados extranjeros que conspiran todos, para someter a la Argentina. SIGUE ABAJO

Y el mundo, en cambio, saca esta foto: Argentina decrece desde hace décadas, sin guerras exteriores ni interiores, aunque sí con una gran discordia interna (que genera idas y vueltas en las políticas públicas). En nuestra Argentina, si el Presidente considera que el devenir actual del país es bueno o muy bueno, es totalmente lógico y coherente con esa visión, que demore cambios en su gabinete, que postergue decisiones, que proponga su propia reelección y que cuando tiene que hacer cambios, procure reducir esos cambios al mínimo indispensable. SIGUE ABAJO

En esa mirada de un país que crece y crece, que reduce pobreza y desempleo, también es lógico afirmar que el paro del campo tiene motivaciones políticas. Que las críticas son deshonestas. O señalar que la prensa opositora refleja la desesperación de una oligarquía que finalmente, está siendo derrotada en todos los frentes por el campo nacional y popular. SIGUE ABAJO

O pensar que es lógico que los presidentes de países europeos estén impacientes por escuchar a Alberto y conocer la fórmula exitosa del milagro argentino. Tanto la oposición política a Alberto como también sectores mayoritarios de su propia coalición, consideran, en cambio, que los cambios de rumbo son urgentes. A su vez, es contradictorio o poco creíble que la nueva ministra de Economía, casi desconocida, prometa equilibrio fiscal y procure tranquilizar a los mercados. SIGUE ABAJO

Porque la disyuntiva es de hierro: a) Si la decisión es iniciar un proceso agresivo de aumentos de planes sociales, más impuestos al sector privado y corte airado con el plan del FMI, el mensaje quedaría mucho más claro con un nombre como Grabois a cargo de ese ministerio. b) Si la decisión es tranquilizar a los mercados y prometer el cumplimiento de las pautas del FMI, el incentivo a la inversión privada, y la cancelación progresiva de los planes sociales, el mensaje sería más creíble con un nombre como Melconian o Redrado (que incluso tienen diálogo con Cristina) sumado a un amplio acuerdo de políticas de estado con la oposición. SIGUE ABAJO

El nombre de Silvina Batakis no es útil para ninguna de las dos opciones en pugna. Y hoy la tímida medida de seguir aumentando el costo del llamado dólar turista, es apenas como recetar té con limón. Casi que no cambia nada. Pero repito: si partimos de que Alberto entiende que la realidad Argentina es buena o muy buena, la medida es lógica: mientras menos cambios hagamos, mejor. Y como hace décadas, Argentina sigue transitando procesos de indecisión, vetos cruzados y negación. SIGUE ABAJO

Además, les recuerdo que el mayor problema que hoy tiene la Argentina es la vigencia de la ley del aborto de diciembre de 2020, que debe ser derogada.
Rodolfo Lemos Angulo



Rodolfo Lemos Angulo