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Muerte de Rayan: por qué es común que en Marruecos personas y animales caigan en pozos

Lamentablemente, casos como el de Rayan son moneda corriente en Marruecos. Adultos, niños y hasta animales suelen caerse, especialmente en zonas rurales, en pozos muy profundos y muchas veces no pueden salir. ¿Por qué sucede ésto? SIGUE ABAJO

En estos últimos cinco días los ojos del mundo estuvieron puestos en el rescate de Rayan, un niño marroquí de 5 años que cayó accidentalmente en un pozo de 32 metros de profundidad. A pesar de los increíbles esfuerzos de los socorristas, el pequeño no pudo salir del agujero con vida. SIGUE ABAJO

Según reflexiona la periodista Mounia Senhaji en el medio marroquí Le Matin, las caídas en fosas y pozos son “muy frecuentes” en su país. Las personas y los animales suelen caer en huecos en funcionamiento y abandonados e incluso ingresan a ellos por su propia voluntad y después no pueden salir. SIGUE ABAJO

Los principales motivos que enumera el medio local son la imprudencia y la ausencia de seguridad en las estructuras.
Rachid Haddouz, jefe de la empresa marroquí H-Zone Services especializada en la perforación de pozos, asegura que el problema “es que algunos pozos sin explotar no están sellados para evitar este tipo de accidentes”. SIGUE ABAJO

Haddouz logra contar en un solo mes hasta cuatro pozos de este tipo en regiones que visita como parte de su trabajo. “Algunos terratenientes irresponsables no se molestan en rellenar y sellar permanentemente los pozos que no se utilizan. En cuanto se secan estas estructuras, quitan los equipos de bombeo y las dejan boquiabiertas”, comenta el profesional en Le Matin. SIGUE ABAJO

Haddouz dice que sabe que hay dueños que, en busca de agua, hacen varios intentos de excavación seguidos y dejan muchos pozos con poca o ninguna seguridad: “Estos pozos cobran al menos dos víctimas por mes. En diciembre pasado, un niño murió al caer a un pozo en Benslimane”. SIGUE ABAJO

Hace diez años, la excavación de pozos y la realización de sondeos en busca de agua están sujetas a autorización. Estos permisos deben llegar a quienes los solicitan de parte de los organismos de las cuencas hidrográficas o de la autoridad encargada del agua en la región.
La Ley No. 36-15 de Marruecos relativa al agua establece una lista de infracciones y prevé varias sanciones relacionadas con la excavación de pozos, en particular el cierre de obras realizadas sin autorización acompañado de multas, pero ninguna de ellas se relaciona explícitamente con pozos no explotados. Le Matin cree que ahí radica el problema.
Senhaji señala a los dueños como principales culpables pero no deja de mencionar que el Estado es la autoridad encargada de controlar las infracciones y que a veces no lo hace.
“Como recordatorio, el control, la observación y la elaboración de informes de las infracciones cometidas por el uso y aprovechamiento de las aguas del dominio público hidráulico son prerrogativas de la policía hidráulica”, sostiene la cronista.
La policía hidráulica, dice, tiene acceso a las obras, incluidos los pozos, y derecho a suspender los trabajos, embargar herramientas y hacer informes.
Respecto a los pozos “no explotados” o ilegales, la mayoría se encuentran en regiones de difícil acceso y en granjas remotas. Haddouz sostiene que los dueños prescinden de permisos y cavan sus pozos a mano y a escondidas. “¡El Estado no puede controlarlo todo, le toca al pueblo asumir sus responsabilidades!”, cree Rachid a diferencia de la periodista.

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