La UNI 3 Río Tercero, pionera en la Argentina en la educación no formal para adultos mayores, festeja esta noche 30 años

La UNI 3 Río Tercero, universidad abierta para la educación permanente, festejará hoy el 30° aniversario de su fundación con un acto protocolar que se realizará en el Anfiteatro Municipal Luis Amaya a las 20.
Asistirán autoridades locales, instituciones de la ciudad, los animadores actuales y de años anteriores de los talleres que ofrece la UNI 3 y sus participantes.
En el acto habrá palabras de las autoridades de la UNI3, entre ellos de Basilio Conrero y Nelba “Nebo” Canavesio, ambos presidentes honorarios y fundadores de la institución, y de Gloria Jaurena, actual presidenta de la comisión directiva.
También actuará el cantante Marcos Coria, de sexto año del Profesorado de Canto del Conservatorio Superior de Música Juan José Castro de Río Tercero.
La UNI 3 nació en Río Tercero el 2 de octubre de 1992. Mañana, día de su fundación, los integrantes de la institución y allegados compartirán un té en el Salón de Campo Romero, donde continuarán los festejos.
Uni3 Río Tercero cumple 30 años de vida apoyándose en los cuatro pilares de la educación: “aprender, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos”, como ha definido Nebo Canavesio.
Desde su creación, la propuesta de esta institución está basada en la educación andragógica (conjunto de técnicas de enseñanza orientadas a educar personas adultas) conducida por animadores socioculturales.
Esta metodología de trabajo la desarrolla en un aula-taller que favorece la comunicación, la participación activa, la interacción y la atención personalizada a cada uno de los participantes.
En estos 30 años miles de vecinos de la ciudad, en su gran mayoría personas que ya transitan su etapa pasiva de la vida, pasaron por los más de 130 talleres que esta institución lleva dictados, que van desde idiomas, hasta educación física, pasando por nuevas tecnologías, entre tantos otros.
La UNI 3 Río Tercero nació en 1992, luego de que visitara la ciudad la licenciada uruguaya Alondra Bayley, fundadora en su país la primera UNI 3 de esta parte del continente. La recibió el Departamento de Proyección Cultural de la Fundación del Banco de Río Tercero, desde donde su entonces presidente Basilio Domingo Conrero, la profesora Nelba Noris “Nebo” Canavesio y un grupo de colaboradores aceptaran el desafío de organizar la primera UNI 3 de la Argentina.
El acto inaugural de este nuevo espacio de educación se realizó el 2 de octubre de 1992 en el Cine Real Cooperativo y enseguida comenzaron las actividades con 242 participantes distribuidos en seis talleres.
La UNI 3 Río Tercero se convirtió así en la cabecera de la Argentina, donde más tarde surgieron filiales en Almafuerte, Berrotarán y Pilar, todas en la Provincia de Córdoba, y en Rafaela, Rosario y Santa Fe, en la Provincia de Santa Fe.
Alondra Bayley creó en su país la primera UNI 3 inspirada en el reconocido educador Pierre Vellas, quien en 1972, en Toulouse, Francia, observó la necesidad de abrir las puertas de la universidad a los adultos mayores para que encontraran el ámbito para saciar la necesidad de información y conocimientos.
Las sedes de las UNI 3 se expandieron por todo América latina y en cada una de ellas se afirma: “Este movimiento es universal y está abierto a todos. No existen diferencias religiosas, políticas, sociales o raciales. No interesa la competitividad. No se necesitan estudios previos. Se busca cultivar la amistad y el compañerismo, fortalecer la convivencia, favorecer el conocimiento, afianzar la esperanza, regalar la alegría, dar y recibir y hacer útil la vida”.
Casa propia. Hasta el año 2000 la UNI 3 Río Tercero funcionó en el primer piso de calle Libertad 120, donde se encontraba el ex Banco de Río Tercero. De allí se trasladó a la Avenida San Martín 350, en el primer piso de la Cooperativa de Promoción y Desarrollo Regional. A partir de julio de 2006 tuvo su sede en un subsuelo de la segunda cuadra de la calle Libertad. Y en marzo del año 2016 inauguró su casa propia, en Mitre 333, gracias a la generosa donación que hicieron Miguel Ángel Gioda, Néstor Adrián Gioda, Santiago Luis Gioda, Víctor Manuel Gioda y María Susana Trespi de Gioda, sobrinos de Aurelia Margarita Gioda, antigua propietaria de la casa.