Karen Escribano, mamá de una
niña adoptada en Ucrania: “Es muy
doloroso ver lo que está pasando”
FOTO: Viktoriia junto a sus papás Karen y Pablo
Existen dos familias riotercerenses que tienen un vínculo sentimental muy especial con Ucrania, porque allí nacieron sus hijos.
Ese país del este europeo está sufriendo desde hace dos días una fuerte embestida por parte de Rusia, cuyas fuerzas armadas de a poco van ocupando sus territorios a costa de un inexplicable derrame de sangre que parece que solo el presidente ruso, Vladimir Putin, puede detener. SIGUE ABAJO
Hace cuatro años era noticia que muchos matrimonios argentinos viajaban a Ucrania para adoptar hijos allí, en algunos casos luego de haberlo intentado sin éxito en este país. SIGUE ABAJO
Dos de los matrimonios que adoptaron en aquel país son de esta ciudad y Diario Río Tercero dialogó con ellos para conocer qué sienten en estos momentos.
Karen Escribano y Pablo Feighelstein, son los padres de Viktoriia, una niña nacida en Ucrania que actualmente tiene 11 años. SIGUE ABAJO
“Para nosotros es muy doloroso ver todo lo que está pasando. Fue muy triste saber que una plaza de Kiev en la que estuvimos mientras hacíamos trámites de nuestra hija había sido bombardeada”, comentó Karen. SIGUE ABAJO
Viktoriia hace cuatro años que vive con su familia en esta ciudad y su pasado de siete años en Ucrania lo dejó atrás. Karen cuenta que ella no tenía ni familia en aquel país y que vivía en un orfanato cuando ellos fueron a su encuentro. SIGUE ABAJO
“Ella no pregunta nada y no comprende lo que está sucediendo”, dice la mamá, que a su vez hizo una consulta con un profesional de la psicología para ver cómo abordar este tema.
Karen y Pablo conocieron dos caras de Ucrania durante los tres meses y medio que vivieron en ese país, tiempo que le demandó completar los trámites para hacer la adopción. Una es la de su capital Kiev, “linda, con una parte histórica y otra moderna, desarrollada como una capital de estado”, describe Karen, y el interior profundo “que muestra el subdesarrollo, un país pobre, descuidado, con calles rotas, que daba la impresión de que le costaba salir adelante”. SIGUE ABAJO
-¿Cómo a la Argentina?
-“Sí, como a la Argentina” -dice la mujer.
-¿Cuando ustedes estuvieron allá (en el 2017) se percibía que Rusia pudiera invadir a Ucrania?
-No, aunque nos hicieron firmar un papel que decía que Ucrania no se responsabilizaba si algo nos pasaba en alguna zona de guerra, porque en algunos lugares de Ucrania, como en Donbas (al este de ese país, región separatista y prorusa) siempre había algunos conflictos. A nosotros afortunadamente no nos tocó vivir eso. Espero que esto pase pronto porque causa un gran dolor ver cómo está sufriendo la gente de Ucrania. SIGUE ABAJO
Adrián Carrizo y su esposa Romina también vivieron algunos días en Ucrania para adoptar allí a Tomás, quien actualmente tiene 13 años. Ellos estuvieron 70 días en 2016 en el interior de ese país, a unos 300 kilómetros de la capital Kiev. SIGUE ABAJO
Tomás es el menor de tres hermanos que hoy son mayores de edad y que viven en una zona donde afortunadamente los ataques rusos no se sintieron. “Es difícil vivir esta situación porque conocemos gente de allá y porque Tomás tiene a sus tres hermanos allá. Se siente impotencia de no poder hacer nada. La gente de Ucrania es muy buena, no tiene maldad, y ahora vive con miedo y preocupación”, lamentó Adrián. Cuenta que Tomás está al tanto de lo que sucede y sabe que sus hermanos están bien porque tiene contacto con ellos. SIGUE ABAJO
-¿Como viste a Ucrania en 2016?
-Ucrania es una gran pampa húmeda, un país similar al nuestro en agricultura y también tienen minería y muchos recursos naturales. Podrían ser una gran potencia, por eso Rusia la quiere, con capacidad para alimentar a unos 600 millones de habitantes.