Juzgan a tres hombres por el salvaje asesinato de una jubilada de barrio Monte Grande durante un asalto
FOTO: EN RIO TERCERO HUBO MARCHAS PARA PEDIR JUSTICIA POR SARA ÁLVAREZ (Foto: Tercer Río Noticias)
Fte: La Voz
Por Mariela Martínez
María Sara Álvarez (73) rezaba en su patio, como todas las noches, en su casa de Río Tercero. En ese lugar, que para ella era casi sagrado, fue sorprendida por tres jóvenes que vivían cerca de su casa y la asesinaron luego de robarle.
Eso es lo que indica la requisitoria de elevación a juicio rubricada por el fiscal de Río Tercero, Alejandro Carballo. SIGUE ABAJO
Las audiencias ya arrancaron en la Cámara del Crimen riotercerense. El juicio es con jurado popular. El drama ocurrió el 20 de enero de 2020.
En el banquillo de los acusados están Carlos Battistesa (22), Elías Cuello (24) y Facundo Monge Bidomine (26), imputados por los delitos de violación de domicilio y homicidio en ocasión de robo, en concurso real. Bidomine hacía cinco meses que había salido de la cárcel. SIGUE ABAJO
“Le aplicaron golpes en el rostro y en otros sectores de la cabeza para causarle dolor y amedrentarla, obligándola a acostarse en el piso, donde le sujetaron ambas manos con un rosario, por delante del cuerpo. Le quitaron su calzado y la calza que vestía, sujetándole ambas piernas mediante el empleo de una sábana”, sostiene la acusación. SIGUE ABAJO
El fiscal señaló que ese “estrés agudo, le produjo la muerte, por insuficiencia cardiorrespiratoria”, tal como señala el forense.
Se interpreta que esa agresión tendría como fin “dejarla completamente inmóvil y sin posibilidad alguna de pedir ayuda”.
Poco después, los ladrones se llevaron comida y dos televisores. SIGUE ABAJO
En la pesquisa surge que inicialmente habrían ido a robar para tener dinero para comprar cigarrillos.
BRUTALIDAD
Los hijos de la víctima declararon que esa noche su madre estaba sola y que la casa estaba con las medidas de seguridad. Pero ella estaba en el patio, en el mismo lugar donde a diario se disponía a rezar. SIGUE ABAJO
La acusación hizo referencia a la “violencia física y psicológica” desplegada en el ilícito.
“Fue un grado máximo de sufrimiento corporal y psicológico”, reforzó Carballo.
Se recordó que la víctima era una mujer que cuidaba de su salud y que había asistido a su madre hasta los 100 años, en los que falleció. SIGUE ABAJO
En el juicio declararon testigos que aseguran haber reconocido a los acusados cuando saltaban la tapia de la casa de la víctima, para luego cometer el hecho.
Entre las pruebas para incriminar a los imputados, cobró relevancia los restos de ADN que la víctima tenía debajo de las uñas, que luego resultaron compatibles con los señalados.
En la pieza acusatoria surgió que, en lo que asoma como “un show circense”, cargaron los dos televisores más la mercadería y se dieron a la fuga en bicicleta.
Uno de los hijos se constituyó como querellante y describió en la sala de audiencias, cómo encontraron a su madre tirada en el patio, ya sin vida.
El martes se desarrollarán los alegatos. Ese mismo día se conocerá el veredicto.