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Invitan a celebrar este domingo la Hora de Gracia en la Gruta de Virgen Rosa Mística

En el Día de la Inmaculada Concepción, se celebrará este domingo 8 de diciembre La Hora de Gracia en la gruta de la Virgen Rosa Mística, ubicada en el predio del Parque del Gaucho Juan Jaime.


La Hora de Gracia comenzará a las 12 y finalizará a las 13.
La invitación la realiza un grupo de mujeres que representan la advocación de María Rosa Mística, encargadas del mantenimiento de la gruta, y pertenecientes a la parroquia Nuestra Señora de Lourdes.


HORA DE LA GRACIA
En 1854 el Vaticano instituyó que el 8 de diciembre fuera el Día de la Inmaculada Concepción de María. La tradición fue haciendo que ese día, al mediodía, se practicara la Hora de la Gracia, yendo a una Iglesia, en la propia casa, o en el lugar de trabajo, para pedir por todo lo que se necesita a través del rezo del rosario, el Vía Crucis o cualquier otra oración.


HISTORIA
La tradición católica cuenta que Pierina -la vidente de las apariciones de Rosa Mística- contempló a la madre de Dios decir:
-¡Yo soy la Inmaculada Concepción! Yo soy María de las Gracias, esto es, la llena de Gracia, Madre de mi Divino Hijo Jesucristo».
Descendió suavemente por la escala y añadió:
-Por mi venida a Montichiari deseo ser invocada y venerada como Rosa Mística. Quiero que al mediodía de cada 8 de diciembre se celebre la hora de la gracia por todo el mundo, mediante esta devoción se alcanzarán muchas gracias para el alma y el cuerpo. Nuestro Señor, mi Divino Hijo Jesús, concederá copiosamente su misericordia, mientras los buenos recen por sus hermanos que permanecen en el pecado. Es preciso informar cuanto antes, al Supremo Pastor de la Iglesia Católica el Papa Pío XII mi deseo de que esta hora de gracia sea conocida y extendida por todo el mundo. Quien no puede ir a la iglesia que sea en su casa al mediodía y conseguirá mis gracias.


Luego, exclamó:
-Mira este corazón que tanto ama a los hombres, mientras la mayoría de ellos lo colma de vituperios. Si todos, buenos y malos, se unen en la oración, obtendrán de este corazón misericordia y paz. Los buenos acaban de alcanzar por mi mediación la misericordia del Señor, que detuvo un gran castigo. Dentro de poco se conocerá la eficaz grandeza de esta hora de gracia.


Notando Pierina que la resplandeciente Señora iba a alejarse le imploró fervorosamente:
-¡Oh hermosa y amada Madre de Dios, yo le doy gracias!. Bendiga a todo el mundo especialmente al Santo Padre, a los sacerdotes, religiosos y a los pecadores.
Ella contestó:
-Tengo preparado una sobreabundancia de gracia para todos aquellos hijos que escuchan mi voz y toman a pecho mis deseos.
Con estas palabras se terminó la visión.

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