En 1935 fallecía el destacadopintor Fernando Fader
Efeméride – Por Jorge Alacevich
El 28 de febrero de 1935 fallecía Fernando Fader, a los 52 años, en Loza Corral, departamento Ischillín. Fue uno de los pintores más importantes de su época.
Fernando Fader había nacido el 11 de abril de 1882, en Burdeos, Francia, pero se radicó en Córdoba por el clima más benigno para la tuberculosis que padecía.
En la casa donde vivió funciona un museo que lleva su nombre.
En 1898, a sus 16 años, realizó sus primeras obras pictóricas, entre las que destaca el óleo El viejo piojoso.
Realizó sus estudios primarios en Francia y los secundarios en Alemania, en la Realschule del Palatinado del Rhin. Allí también estudió pintura con Heinrich von Zügel (1850-1941), un partidario de la pintura al aire libre, cuyos ejes temáticos eran los animales y la concepción naturalista del paisaje, derivados de la escuela de Barbizón.
A sus veintitantos, ya había realizado varias pinturas y dibujos, y una primera exposición en Buenos Aires, que fue elogiada por Cupertino del Campo, director del Museo Nacional de Bellas Artes durante veinte años y también pintor.
Esto le abrió ciertas puertas en el escenario artístico local. Pero no fue hasta su estadía de recuperación, cuando en 1915 conoció al galerista y marchante alemán, Federico Müller, quien le ofreció un contrato para que continuara con su carrera pictórica y, sobre todo, para solventar sus gastos.
Gracias a los contactos de Müller, Fader vendió más de 160 piezas de su producción a precios más que considerables. Así, logró posicionarlo como uno de los pintores más destacados y requeridos de la época.
Impulsado por su otra pasión, la ingeniería, invirtió toda su fortuna en una empresa hidráulica que lo llevó a la quiebra. Este duro momento económico coincidió con los primeros síntomas de tuberculosis, que lo llevaron a buscar el clima suave de las sierras (de Córdoba) en 1917 (hay otra versión que sitúa esta mudanza en 1916). Pintó en las Sierras de Achala e Ischilín, en poblaciones como Candelaria, La Higuera, Pocho, San Pedro Norte y San Francisco del Chañar.
En su pintura se aprecian distintos periodos emocionales, como la etapa de interiores oscuros con predominio de los colores ocres y pardos y su otro momento de más luminosidad, donde la luz artificial cae sobre los objetos relacionando el color-luz con el objeto-luz. «Sus paisajes serranos son uno de los momentos culminantes de la historia de la pintura en Córdoba. Su última obra es de 1931.