En 1921 abría el Tránsito Cáceres de Allende, soñado por una filántropa para atender la tuberculosis

El 19 de junio de 1921 abría sus puertas el Hospital Tránsito Cáceres de Allende, bajo la dirección del Dr. Arturo Pitt.
El centro de salud nació como un sueño proyectado por doña Tránsito Cáceres de Allende quien, cómo miembro de la Sociedad de Beneficiarios y de la Conferencia Vicentinas, había participado activamente en la fundación de varios nosocomios de la Ciudad de Córdoba.

Esta mujer, de gran espíritu de sacrificio, falleció el 9 de septiembre de 1916, sin ver realizados uno de sus más grandes anhelos: un asilo – hospital para enfermos tuberculosos.
El espíritu de sacrificio y de caridad cristiana de doña Tránsito Cáceres de Allende no debía desaparecer con su muerte, fue así como nació esta gigantesca obra.

María Hipólita Casiana del Tránsito Cáceres Martínez o Tránsito Cáceres de Allende (Córdoba, 13 de agosto de 1830 – Córdoba, 9 de septiembre de 1916) fue una filántropa argentina que participó activamente en la fundación de distintos hospitales y lugares de asilo en la ciudad de Córdoba.

Fue hija de Josefa Vélez Sarsfield y Bernardo Cáceres. Su hermano Luis Cáceres Martínez, estaba casado con otra filántropa cordobesa, Dolores Argüello. En 1853, Tránsito Cáceres contrajo matrimonio con Roso Allende. Fue madre de 11 hijos.

Fue tres veces presidenta de la Sociedad de Beneficencia de Córdoba, encargada, por mandato del Gobierno de la Provincia, de administrar los hospitales provinciales. En este rol participó activamente de la creación del Hospital de Niños de Córdoba, la casa de aislamiento, el Hospital de Alienados y el Asilo de Ancianos y Mendigos.
Tránsito Cáceres de Allende fue vicepresidente de las Conferencias de San Vicente de Paul y junto al presbítero Pablo Cabrera fueron los responsables de la llegada y radicación en Córdoba de las Hermanas del Buen Pastor. Dentro de este rol, en 1902, gestionó la fundación de un colegio en barrio General Paz bajo la responsabilidad de la orden de los Padres Escolapios.
Perteneció a la Orden Tercera de San Francisco.
El gobernador José Antonio Ceballos en 1930, colocó la piedra fundamental del asilo que lleva el nombre Tránsito Cáceres de Allende e instituyó el 9 de septiembre, día de su fallecimiento como Día del Tuberculoso.
El Hospital Tránsito Cáceres de Allende, creado en 1917, fue fundado en su memoria con el objetivo de atender enfermos de tuberculosis.