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En 1829 fallecía el Deán Funes, eclesiástico y político cordobés

El 10 de enero de 1829 fallecía en Buenos Aires, a los 79 años, Gregorio Funes, eclesiástico eminente, rector de la Universidad Nacional de Córdoba y deán de la iglesia Catedral.


En 1810 fue designado diputado por Córdoba y tuvo intensa actuación hasta finales de 1811. Formó parte del congreso que sancionó la constitución de 1819 y del que aprobó la constitución de 1826, ambas rechazadas por las provincias.
En la última etapa de su vida fue agente de negocios del gobierno de Colombia. Había nacido en Córdoba el 25 de mayo de 1749.


Gregorio Funes, hijo de Juan José Funes y de María Josefa Bustos (ambos descendientes de familias patricias con raíces rastreables hasta la época de la Conquista) nació en una familia acaudalada de la ciudad de Córdoba.


Comenzó su formación académica en 1764 en el renombrado e histórico Colegio de Monserrat de Córdoba, centro de formación de las élites locales, para luego proseguir su camino en la Universidad Nacional de Córdoba, donde se doctoró en 1774.


El mismo año de su ordenación se produjo un conflicto entre el cabildo de la Catedral y el rector de la Universidad Nacional de Córdoba (apoyado por el obispo), causado por el reparto de los bienes que habían dejado los jesuitas al ser expulsados. Como Funes acaudillaba al grupo opositor del obispo, este lo nombró cura de la parroquia de la Punilla, pago que en esa época era la zona rural más importante de toda la provincia, con la intención de evitar la participación de Funes en el conflicto.


Sin permiso de su obispo se trasladó a España, donde se doctoró en derecho canónico en la Universidad de Alcalá de Henares en 1779. Durante su estadía en España tomó contacto con las ideas de la Ilustración, que entonces eran la norma rectora de las reformas que quería llevar a cabo el rey Carlos III de España.
Regresó a Córdoba acompañando al nuevo obispo de Córdoba José Antonio de San Alberto, y fue nombrado canónigo de la Catedral. En 1793 fue designado provisor del obispado y en 1804 fue ascendido a Deán de la Catedral; el mismo año murió el Obispo y ocupó la gobernación del obispado hasta la llegada de su reemplazante, Rodrigo de Orellana.
En 1818 fue diputado del Congreso, apoyando a la Monarquía y al régimen militar. Redactó un manifiesto dirigido al pueblo en el que justificaba la nueva Constitución de 1819. Después, se retiró de la vida política.
Funes partió a Buenos Aires. Uno de sus amigos, Santiago Spencer Wilde, invitó al clérigo a recorrer su recientemente inaugurado Parque Argentino, el primer jardín público de Buenos Aires; mientras caminaban en el caluroso verano del hemisferio sur, el deán Gregorio Funes se desplomó y murió a los 79 años. Fue enterrado en el cementerio de La Recoleta, aunque sus restos fueron trasladados más tarde a la catedral de Córdoba.
Un pueblo cercano a su parroquia durante el siglo XVIII recibió su nombre en honor, Deán Funes, departamento Ischilín, cuando se estableció en 1875.

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