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Argentina en dos historias

OPINIÓN – POR RODOLFO LEMOS

RODOLFO LEMOS

Lo esperaba, secreta en el porvenir, una lúcida noche fundamental: la noche en que por fin vio su propia cara, la noche que por fin oyó su nombre. Bien entendida, esa noche agota su historia; mejor dicho, un instante de esa noche, un acto de esa noche, porque los actos son nuestro símbolo. (“Biografía de Tadeo Isidoro Cruz” de Jorge Luis Borges). SIGUE ABAJO

Ella con sus 14 años soñaba con ser Evita. Él 60 años. Ella cursaba los primeros meses de segundo año de la secundaria. Él estaba formado en inteligencia militar y estaba recorriendo su octavo año como Presidente de la Nación. Era poco lo que Nelly podía razonar o resistir ante ese gran seductor. Es muy difícil discernir bien a los 14 años. Argentina eligió su Presidente con libertad por primera vez en 1916. El proceso de aprender a votar se detuvo en 1930. Los años con fraude electoral no enseñaron casi nada. Cuando el pueblo argentino fue convocado a votar en 1946 tenía sólo 14 años de experiencia democrática (1916-1930). Igual que Nelly. Un pueblo adolescente. SIGUE ABAJO

Los italianos amaron a Mussolini entre 1922 y 1945. Un sistema nuevo y sofisticado que mezclaba imágenes de un marketing político extraordinario y novedoso, unido a la mordaza a la prensa libre, un mensaje simple y repetitivo que exaltaba al pueblo italiano, proclamándolo como heredero del Imperio Romano, nada menos.
Mucha emoción, poco razonamiento, frases simples y cortas, dirigidos a un pueblo al mismo tiempo muy inmaduro políticamente, y muy emotivo. SIGUE ABAJO

Los italianos de hace 100 años no eran idiotas. La combinación de ese marketing político nunca visto y un mensaje muy emotivo que tocó su alma, fue demasiado para ellos.
En 1945 se dieron cuenta de que Mussolini era sólo un tirano aventurero. Y el mismo pueblo italiano, comprendiendo y corrigiendo sus propios trágicos errores de adolescente, protagonizó el milagro económico desde 1950. SIGUE ABAJO

Algo similar vivieron los alemanes de 1933 que no eran un pueblo de idiotas. Sucumbieron al mismo marketing político extraordinario y novedoso. SIGUE ABAJO

No es extraño que el mismo mecanismo de marketing, tocara las fibras de buena parte del pueblo argentino. Nuestros abuelos no eran tontos. Pero esa atropellada emotiva fue demasiado. Demasiado para un pueblo con poco roce político (apenas 14 años de voto libre). Como Nelly Rivas, Argentina fue seducida con 14 años. Un sí dado con ligereza e inexperiencia arruinó su vida. Inició el progresivo declive argentino. Lo más notable del paralelo es que en 1973 los argentinos lastimados, aún querían ver a Perón. También Nelly Rivas, ya casada y con 34 años, fue a ver al gran seductor en 1973. SIGUE ABAJO

A diferencia de Italia o Alemania, Argentina se empecinó en ese amor loco. Italianos y alemanes tuvieron un derrumbe con millones de muertos, que los despertó brutalmente. El derrumbe argentino fue en cambio, progresivo. Ni siquiera la borrachera de sangre y violencia de los años setenta nos despertaron. En nuestro proceso de negación, adjudicamos los muertos a los meros ejecutores, como Videla o Firmenich. SIGUE ABAJO

Todo para no escuchar que la maquinaria de muerte de izquierda fue activada y aplaudida por Perón. Todo para cerrar los ojos y no ver que el gran seductor de los jóvenes idealistas diseñó la maquinaria de muerte de derecha en la Triple A, para torturar y asesinar a los mismos jóvenes que antes alentó a perseguir sus sueños con un fusil en la mano.
La tragedia de Nelly seducida tiene un paralelo enorme con la tragedia de la Argentina seducida. Un amor tóxico es una adicción potente. El peronismo es un sentimiento, qué duda cabe. Un sentimiento tan tóxico en sus frutos, que hoy vemos que nuestros ancianos lloran vendiendo encendedores mesa por mesa en un bar, y nuestros hijos quieren vivir su vida en cualquier otro país que no sea la Argentina. Ignoro si Nelly entendió todo antes de morir en 2012. Argentina no entendió. SIGUE ABAJO

Otro paralelo obvio de la Argentina: un conocido músico y guitarrista en 1948, es detenido por la Policía Federal (creada por Perón) por comunista y anti-argentino. Cuenta: “En tiempos de Perón estuve varios años sin poder trabajar en la Argentina. Desde esa olvidable época tengo el índice de la mano derecha quebrado. Una vez me pusieron sobre mi mano una máquina de escribir y luego se sentaron arriba, otros saltaban. Buscaban deshacerme la mano pero no se percataron de un detalle: me dañaron la mano derecha y yo, para tocar la guitarra, soy zurdo. Todavía hoy, hay tonos como el Si menor que me cuesta hacerlos. Los puedo ejecutar porque uso el oficio, la maña, pero realmente me cuestan”. Héctor Chavero, el músico y poeta más importante en la historia del folclore argentino, conocido como Atahualpa Yupanqui. Exiliado en 1949. En El Arriero nos dice que “un degüello de sol les muestra la tarde… las penas son de nosotros”. Talento roto. Nunca volvió a tocar como antes. La Argentina tampoco.
Y les recuerdo que la inicua ley del aborto de diciembre de 2020 debe ser derogada.

Rodolfo Lemos Angulo

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