Alberto Fernández confirmó que irá por la reelección y que Cristina no es su enemiga: “Mi enemigo es Macri”
El presidente Alberto Fernández confirmó ayer que competirá por la reelección el año que viene y volvió a referirse a la disputa que mantiene con la vicepresidenta Cristina Kirchner por el rumbo del gobierno. Lo hizo en una entrevista que concedió con un canal de televisión de España, en la embajada argentina en Madrid. SIGUE ABAJO
“Señor presidente, ¿se ve usted con fuerzas no solo de terminar su mandato, sino de presentarse a la reelección en 2023?”, le preguntó el periodista de RTVE José Antonio Guardiola al jefe de Estado argentino: “Sí, absolutamente. Con todas las fuerzas necesarias para que la Argentina se ponga de pie. Y la voy a poner de pie”. SIGUE ABAJO
“Entiendo que ha dicho más o menos que sí”, insistió Guardiola, tras lo cual, Alberto Fernández respondió: “Si hay algo que nos pasa a los peronistas es que nunca nos damos por vencidos. Nos mataron mil veces, nos persiguieron, nos desaparecieron, nos derrocaron una y otra vez. Nosotros no sabemos de qué se trata eso de bajar los brazos”, enfatizó el mandatario. SIGUE ABAJO
Durante la entrevista, también se refirió a la interna del Frente de Todos y dio su mirada. “Tuve una relación de mucho respeto por Cristina. Ha sido dos veces presidenta en Argentina y representa a un espacio del electorado. Ella tiene todo mi respeto. A veces, como le pasa a Pedro (Sánchez), no estamos de acuerdo en algo y se genera un barullo muy grande, más en los medios que en la política. Yo creo que tenemos en común con Pedro ser parte de un espacio progresista de la política”, comparó con su par español. SIGUE ABAJO
Además, afirmó: “El peronismo es un progresismo, es el progresismo argentino que tiene sus peculiaridades. Y realmente cuando hacemos ruido y debate es cuando mejores somos. Perón decía que cuando los peronistas parece que nos peleamos, nos estamos reproduciendo y entonces estamos aumentando. En este tiempo me toca gobernar a mí y tengo que tomar decisiones. Y alguna de esas decisiones seguro no conforma a todos”. SIGUE ABAJO
“Mi discusión no está por ver quién tiene el poder. Está por ver cómo construimos una Argentina hacia el futuro, una Argentina distinta, que tome del pasado las experiencias, pero que no vuelva al pasado”, agregó y se mostró convencido de que “es lo mismo que quiere Cristina”. SIGUE ABAJO
“Me preocupa tanto como a ella la distribución del ingreso o el proceso de inflación que estamos viviendo, que los poderosos no sigan adueñándose de la renta mientras millones de argentinos quedan sumidos en la pobreza. A veces no nos ponemos de acuerdo sobre cuál es el mejor camino para llegar a esos objetivos y genera mucho ruido, pero la paciencia y la templanza es un valor y tenemos que aprender a caminar en la diversidad”, definió sobre su relación con la vicepresidenta. SIGUE ABAJO
Las declaraciones de Alberto Fernández llegaron en tierra europea. Durante otro reportaje que concedió a El País, el Jefe de Estado argentino se refirió a las críticas al rumbo económico propiciadas por su propia vicepresidente y señaló que aquella es “una mirada parcial que desatiende que vivimos una pandemia”. Sin embargo, aclaró: “Ella no es mi enemiga, mi enemigo es Macri”.
Según pudo reconstruir Infobae, el Presidente conversó sobre los últimos capítulos de la crisis interna del Frente de Todos con algunos de los funcionarios que lo acompañan en la gira por Madrid, Berlín y París.
“Yo no me voy a subir al ring. Tenemos mucho que hacer para reconstruir el país, como para estar peleándonos entre nosotros”, le dijo a uno de sus hombres de confianza que forma parte de la comitiva.
Abrazado a la idea de no contestar a los embates del kirchnerismo, las respuestas llegan a través de los ministros cuestionados por CFK y su entorno: Martín Guzmán y Matías Kulfas.
Y en medio de este clima de tensión, donde la interna devora la gestión, Fernández está convencido de que las diferencias solo pueden saldarse el año próximo en unas PASO. En su discurso del último 17 de noviembre convocó a que haya competencia interna en el Frente de Todos para que el que quiera dirima contra él, y para marcarle a la vicepresidenta que no volverá a ser ella quien defina al próximo aspirante a la presidencia.