Ferrer, como conductor de la UCR provincial, dijo quién debería ser el candidato a gobernador en 2027

Con la interna radical definida, el intendente de Río Tercero Marcos Ferrer quedó ratificado como nuevo presidente del Comité Provincia de la UCR, y en ese contexto expresó en diálogo con La Voz cuál será el rol del partido que es oposición en la provincia desde hace 25 años, cuál debe ser la posición con respecto al presidente Javier Milei y también anotó a un candidato a gobernador para 2027.

-¿Qué rol debe tener el radicalismo como oposición? En la Legislatura, la UCR ha tenido una posición intermedia, por ejemplo, sobre Martin Gill. ¿Cuál va a ser la actitud con usted como presidente?

-Las circunstancias van variando. Yo he confrontado con el Gobierno. Acá hice un planteo y fui muy duro respecto de la situación de la seguridad en Córdoba. Esto es tema a tema. Hay algunos en los que podemos coincidir más, y otros en los que vamos a ser absolutamente opositores. Sobre Martín Gill, nuestra posición, que es la que tomó el bloque, sostiene que si bien por una cuestión de ética personal debería tomar una licencia sin goce de sueldo, creemos que no amerita un juicio político. Además, él es ministro; es decir, simplemente con un decreto, con una licencia se resuelve la situación. Por eso creímos, en ese momento, que el juicio no era lo más conveniente. Nosotros somos bastante confrontativos. Rodrigo (de Loredo), yo… Lo que pasa es que tenemos una manera más institucional de canalizar los planteos. Y Luis (Juez) tiene esa vehemencia que lo caracteriza, va la Justicia y presenta denuncias penales. Nosotros vamos a denunciar penalmente cuando estemos plenamente conscientes de que hay un delito cometido y que amerita nuestra intervención. Pero no es un método de trabajo el denunciar penalmente. No creemos en la judicialización de la política, creemos que la discusión va por otros canales. Pero no por eso vamos a ser poco críticos. Hoy la Provincia tiene problemas muy claros, como la educación, la salud, la seguridad, y la deuda, sobre la que no es tan transparente cómo lo van a resolver. Por eso, la crítica a la vicegobernadora; porque es la segunda autoridad de la Provincia y en vez de estar ocupada de esos temas, que para eso cobra el sueldo que le pagan los cordobeses, está ocupada de la interna del radicalismo. Eso me preocupa como cordobés, más allá de mi pertenencia partidaria.

QUÉ HACER CON MILEI
-Decía que una de las discusiones que se dio en el seno del radicalismo es qué hacer con Milei. Usted, ¿qué piensa que hay que hacer?
-El camino a recorrer hoy para el radicalismo es fortalecerse y llevar candidatos propios. Es decir, encabezar las boletas. ¿Por qué digo “encabezar”? Porque obviamente va a haber marcos de alianzas, y habrá que ver en su momento cuáles son. Pero yo no veo a Milei proclive a un acuerdo con el radicalismo.

-Más por ellos, que no los necesitarían.
-Claro. Por eso, no lo veo. Ahora, si viniera con un planteo concreto, habría que analizarlo. Lo que el radicalismo nunca va a resignar es encabezar en la elección legislativa (de 2025) el tramo del candidato a diputado nacional. Después, si hay otras fuerzas políticas con las que podemos confluir, y dentro de eso nos van a acompañar, bárbaro. Lo mismo pienso para 2027. El candidato a gobernador tiene que ser de la Unión Cívica Radical, y para mí tiene que ser Rodrigo de Loredo. Después, podría aparecer otro radical más competitivo… ojalá.

-Eso le va a crear problemas con Luis Juez. ¿Cómo sintoniza eso con la alianza que tienen De Loredo?
-¿Y por qué tendríamos problemas con Juez? Si él dice que quiere ser candidato a gobernador, y nosotros no nos enojamos, ¿nosotros no podemos decir que queremos gobernar?

-¿Cómo se resuelve esa tensión?
-Con legitimidad; y la legitimidad se construye sobre la base de votos. Los votos vienen en función del trabajo que se haga en este tiempo. Es lo que vamos a tratar de hacer en el radicalismo. Ya resignamos, en la última elección, la candidatura a gobernador. Ahora, nos toca a nosotros. Y nos toca sobre una base de realidad. Porque si llegaste, dos meses ante la elección y tu candidato mide dos puntos, y bueno… está claro que habrá que ver qué hacer. Lo que digo es que vamos camino a poner un candidato radical en la boleta de gobernador, y en esta oportunidad nos corresponde como partido. Después, la circunstancias acomodarán las cosas. Y veremos si es con el Luis, si no es, y en qué término es.
-¿Y con el PRO, cómo están? Juntos por el Cambio nació de una unión con ellos, pero eso parece destruido.
-La intención es estar bien. Rodrigo tiene una gran relación con Mauricio (Macri), y yo también. En un momento, el PRO tendía a formar parte del Gobierno, aunque ahora está en otra posición. Eso lo puede acercar un poco más al centro, junto con el radicalismo. De todas maneras, son diálogos que me exceden. Se verá cuando se resuelva la cuestión partidaria. Nos sentaremos con los presidentes de los distintos partidos y veremos qué ocurre, qué camino recorremos de ahora en adelante.
EL PARTIDO CORDOBÉS
-¿Cómo ve la evolución de la idea de Llaryora del Partido Cordobés?
-Para mí es un proyecto que nace muerto. Un mega-partido, y no hablemos del Partido Cordobés sino de cualquiera en el mundo, requeriría acuerdos partidarios y de estructuras. No se trata de una persona a la que le dan un cargo, o un contrato, y se va. Eso es cooptación de dirigentes, pero no un partido. Y es inviable, porque las diferencias que tenemos con el Gobierno (provincial) son grandes. Hoy no veo que puede ocurrir. Además, no es sano para Córdoba. La Provincia requiere de alternancia, de partidos fuertes. Córdoba tiene una historia política contundente en ese sentido y hay que cuidarla. La tiene que cuidar el Gobierno y la tenemos que cuidar nosotros. Cuando el Gobierno avanza sobre otro partido, pretende quedarse con un conjunto de dirigentes o con una marca. Desde la polis griega hasta hoy existe la tesis y la antítesis; y por más juntés a todos los dirigentes, a todos los intendentes del radicalismo y los pongas dentro de tu bolsa, del otro lado la sociedad sola generá una alternativa. No existe la hegemonía absoluta. A lo largo de la historia, el peronismo siempre ha tenido esa intención. Lo hizo Perón con Quijano y para adelante lo intentaron Cristina con Cobos, y un montón más. Han intentado quedarse con la estructura radical. Pero no pasa. Porque la sociedad necesita alternativas, porque no todos vamos a pensar igual. Todos deseamos que el gobernador le vaya muy bien, porque le va a ir bien a Córdoba; y que al Presidente le vaya bien. Pero eso no implica que nos vayamos a meter en propia estructura. Lo tiene que entender el Gobierno. Porque si no lo entiende, violenta la relación política y nos trata a todos como si fuéramos potenciales empleados, potenciales sujetos a contrato. Nosotros venimos a la política porque intentamos gobernar. Por eso, vamos a competir con ellos y les vamos a querer ganar.
-¿Ese va a hacer su mensaje de arranque como presidente de la UCR?
-No tenga ninguna duda. Es lo que piensan todos los radicales.