En 1974 se producía el Navarrazo en Córdoba, golpe policial que derrocaba al gobernador Obregón Cano

El miércoles 27 de febrero de 1974 se producía el Navarrazo, el golpe de estado policial realizado en la Argentina que derrocó al gobernador constitucional de la provincia de Córdoba Ricardo Obregón Cano y a su vicegobernador Atilio López.
El golpe fue convalidado por el gobierno nacional liderado por Juan Domingo Perón al intervenir la provincia sin reponer en sus cargos a los representantes democráticos depuestos. Ha sido considerado como un antecedente inmediato de la dictadura instalada el 24 de marzo de 1976.
El 23 de enero la policía cordobesa masacra a cinco cooperativistas de Armstrong, siendo los cinco rematados con un tiro de gracia en la cabeza.
Años después se descubrió que se trató de un error: la policía cordobesa había recibido órdenes de asesinar a una delegación de la Policía Federal, simulando que eran «delincuentes subversivos», con el fin de dar pie a la intervención de la provincia, pero confundieron el auto y asesinaron a los cooperativistas.
El gobierno nacional les ordenó a los policías federales no declarar en el juzgado que investigó el crimen, que inicialmente se había comunicado oficialmente que los muertos eran cinco miembros de la Policía Federal.
Simultáneamente se hace público que el jefe de la policía cordobesa, teniente coronel Antonio Navarro, integraba una conspiración que tenía como objetivo intervenir la provincia y desplazar al gobernador y al vicegobernador.
El 27 de febrero el gobernador Obregón Cano decide separar a Navarro de la conducción de la policía. Navarro no obedece la orden e inicia un motín policial en el Cabildo, bloqueando las calles céntricas. Grupos parapoliciales de apoyo a los golpistas, instalan barricadas en diversas partes de la ciudad, utilizando los micros detenidos por el lock out de los transportistas.
Esa noche un comando policial toma la casa de gobierno, deteniendo a Obregón Cano, Atilio López y otros funcionarios. Coordinadamente grupos parapoliciales dinamitaron el diario La Voz del Interior, la casa del gobernador y la del ministro de gobierno, a la vez que ocuparon las principales radios de la ciudad.
Junto a los mandatarios, los sediciosos detuvieron a unas 70 personas que se encontraban en la gobernación. Entre ellos estaban Antonio Lombardich (ministro de Bienestar Social) y Elio Alfredo Bonetto (ministro de Gobierno), los diputados Luis Bruno y Blas García, Julio Aliciardi (presidente del Banco de la Provincia de Córdoba), Juan Carlos Bruera (fiscal de Estado), Alejo Díaz Tiliar (director de Prensa), y Horacio Obregón Cano (hijo y secretario personal del gobernador). El gobernador y su vice fueron llevados al Comando Radioeléctrico de la Policía provincial, donde permanecerían cautivos hasta las 17:30 horas del viernes 1 de marzo.
Ante la acefalía en la gobernación, el jueves 28 a las 22.00, el presidente de la Cámara de Diputados provincial, Mario Dante Agodino, asumió en forma interina la gobernación.
Es verdad, lo pude vivir personalmente porque residía en Córdoba. Fue un golpe de la derecha peronista convalidado y quizás impulsado desde el gobierno nacional, toda vez que en lugar de enviar las fuerzas federales para reponer a las autoridades electas por el voto, intervinieron la provincia, asumiendo lo peor de lo peor. Coincido que fue un antecedente para el posterior golpe para instalar la dictadura civico- militar genocida con el apoyo de la cúpula de la iglesia. También participaron en el golpe provincial, muchos militantes de la derecha peronista, luego altos funcionarios de los futuros gobiernos.