La Provincia sumó al Hospital de Río Tercero para la atención de la pandemia
El Gobierno incorporó 343 camas para la atención de la patología Covid-19. Con instituciones privadas de salud reprogramará
todas las cirugías que no tengan carácter de urgencia.
El Gobierno de Córdoba informó ayer que sumó 343 camas para la atención de la patología Covid-19, todas correspondientes a hospitales provinciales de la capital y del interior.
En la nómina de nuevas camas que incorporó figura el Hospital Provincial de Río Tercero, con cuatro camas UTI (unidad de terapia intensiva) y 20 camas UCI (unidad de cuidados intensivos).
Días atrás la Provincia había adelantado la posibilidad de que los hospitales provinciales que eran considerados “blancos” o “libre de Covid” pudieran comenzar a atender esta patología.
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De las camas que sumó ayer, 293 corresponden al interior provincial y 50 a la Capital.
“Hubo un aumento considerable de la demanda y presión diagnóstica de los hospitales y se dio respuesta a este escenario crítico”, dijo ayer la Provincia.
Informó que en ese marco ha venido sumando “equipamiento a los centros de salud provinciales e incorporó recursos humanos y continúa haciéndolo”.
Las camas incorporadas. El detalle de las camas que sumó es el siguiente:
-Hospital Misericordia: 44 camas (10 UTI – 14 UCI – 20 Común con Oxígeno)
-Hospital Tránsito Cáceres de Allende: 6 camas UCI
Interior
-Hospital Pasteur – Villa María: 29 camas (13 UTI – 16 UCI)
-Hospital Regional San Antonio de Padua – Río IV 50 camas (UCI)
-Hospital Ramón J. Cárcano – Laboulaye: 14 camas (6 UTI – 8 UCI)
-Hospital Miguel Urrutia – Unquillo: 30 camas (9 UTI – 21 UCI)
-Hospital San Vicente de Paul – Villa del Rosario 12 camas (UTI)
-Hospital Pedro Vella – Corral de Bustos 8 camas (UCI)
-Hospital Provincial Río Tercero – Rio Tercero: 24 camas (4 UTI – 20 UCI)
-Hospital Santa María de Punilla: 100 camas (UCI)
-Hospital Domingo Funes: 26 camas (UCI)
Instituciones privadas de salud. Además el Gobierno informó que diagramó con el sector privado de la salud priorizar la atención de la patología Covid-19 y de urgencias, oncología y traumatismos, pudiendo reprogramar todas aquellas cirugías que no pongan en peligro la salud del paciente. De esta forma se optimizarán los recursos sin dejar de lado la atención de las patologías prevalentes.