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Cómo le fue al país y a los consumidores cuando se cerraron las exportaciones de carne

Fte: El cronista
El Gobierno nacional decidió ayer lunes cerrar las exportaciones de carne durante 30 días, para intentar contener la suba de precios en los alimentos y controlar la inflación.
A través de un comunicado, señaló que la medida se adoptaba “como consecuencia del aumento sostenido del precio de la carne vacuna en el mercado interno” y que el objetivo era “ordenar el funcionamiento del sector, restringir prácticas especulativas, mejorar la trazabilidad de las exportaciones y evitar la evasión fiscal en el comercio exterior”.
La medida remite a la que en 2006, durante el gobierno de Néstor Kirchner, tomó la por entonces ministra de Economía Felisa Miceli. El propio Kirchner había dicho días antes que “a los ganaderos que no les interesaba exportar a costa del hambre y el bolsillo del pueblo argentino”.
En aquella oportunidad, la suspensión se estableció por 6 meses aunque luego se extendería por 10 años. Como hoy, en aquel momento desde el Gobierno explicaron que se buscaba “frenar el alza de los precios de dicho producto en el mercado interno”. SIGUE ABAJO

Las consecuencias no fueron las esperadas, más bien sucedió lo contrario: cierre de más de 100 frigoríficos, caída de casi 12 millones de cabezas y la pérdida de entre 10.000 y 12.000 puestos de trabajo, según un informe del ingeniero agrónomo y consultor, Andrés Halle, publicado en el sitio Econoagro. SIGUE ABAJO

“El mercado ganadero empezó a ser manipulado en octubre del 2005 con la implementación del peso mínimo de faena. El 9 de marzo del 2006, cuando el Gobierno argentino suspendió las exportaciones de carne vacuna durante seis meses, una medida que apuntó (según palabras del Gobierno) a frenar el alza de los precios de dicho producto en el mercado interno. La resolución fue anunciada a la prensa por la ministra de Economía, Felisa Miceli, poco después de que el presidente, Néstor Kirchner, advirtiera a los ganaderos que no les interesa exportar a costa del hambre y el bolsillo del pueblo argentino”, reseña el informe. SIGUE ABAJO

“Además de la suspensión de las exportaciones, el Gobierno también aumentó los derechos de exportación para las carnes con hueso y procesadas del 5 al 15 por ciento”, agrega.
“Por otra parte se contaron por miles la cantidad de productores ganaderos que se fundieron. El stock de hacienda entre marzo del 2006 y marzo del 2011 cayó un 20%, lo que representó una caída de casi 12 millones de cabezas”.

“A su vez, el consumo de carne per cápita pasó de 62 kilos a fines de 2005, a 55,5 kilos promedio en 2011. En términos porcentuales significó una merma del 11,3%”.

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